RESUMEN DEL LIBRO “EL PROGRESO DEL PEREGRINO”

Como bien saben quiénes nos siguen desde el inicio de este proyecto, y como también indica el nombre de nuestro blog “El Peregrino”, el nombre radica en una de las más grandes obras literarias de todos los tiempos, no solo dentro de la literatura cristiana, sino incluyendo también toda la literatura secular.

Este libro, de gran importancia, ha alcanzado un impacto tal, que se ha considerado después de la biblia, como el libro cristiano más vendido a nivel mundial. “El progreso del peregrino”, cuyo singular escritor fue nada más y nada menos que el denominado “Soñador inmortal”, fue Juan Bunyan (personaje de quien te invitamos a leer su biografía en nuestro blog haciendo click AQUÍ).

"Caminando por el desierto de este mundo, paré en un sitio donde había una caverna (la prisión de Bedford); allí me acosté para descansar. Pronto me quedé dormido y tuve un sueño. Vi a un hombre cubierto de andrajos, de pie y dando la espalda a su habitación, que llevaba una pesada carga sobre los hombros y en las manos un libro." Extracto de “El progreso del Peregrino”.

Esta espectacular obra literaria fue escrita en 1675 desde una prisión. Existe casi un consenso en el mundo cristiano de que ningún libro fuera de la biblia ha tenido un impacto tan grande en el mundo protestante, a lo largo de los últimos 400 años como el clásico “El progreso del peregrino” de Bunyan. 

Esta famosa historia representa entre sus líneas el tránsito de un hombre a través de la vida en busca de la salvación, sigue siendo una de las alegorías de fe más entretenidas y brillantes jamás escritas, hoy considerada como la mejor representación explicativa de la teología del pensamiento puritano. El libro está profundamente impregnado de las escrituras ya que Bunyan era un comprometido y persistente estudioso de la biblia.

El autor de esta impresionante obra muestra los contextos reales de su ciudad y de su país, además utilizar el lenguaje y las formas de la gente común de la Inglaterra del siglo XVII, usados como base para ilustrar las pruebas y tentaciones del peregrino en su desgarrador viaje hacia la Ciudad Celestial. 

La narración cuenta la historia de “Cristiano” en una representación de todos los hombres mortales, un padre de familia desesperado por no encontrar respuesta y solución a la tormentosa declaración que le hace su libro o biblia, sobre el juicio para los habitantes de la ciudad de “Destrucción”. 

La vida de Cristiano toma un rumbo definitivo cuando tiene una conversación con un hombre llamado “Evangelista”, quien le declara el camino más seguro a la Ciudad Celestial y le entrega un rollo que le advierte sobre huir ante una inminente ira venidera. Al igual que toda persona que ha sido impactada por la lectura de la biblia, Cristiano se convirtió en un asiduo lector del libro tanto así que su familia y principalmente su esposa, piensa que está enloquecido, pero él quiere librarse de esta carga terrible, el peso de sus pecados. Evangelista lo guía hacia una puerta de entrada que simboliza el “camino a la salvación” y él se marcha dejando atrás su familia; cae en el pozo de la “Desesperación” arrastrado por su carga, pero es salvado por un hombre llamado “Auxilio” luego Cristiano se encuentra con el señor “Sabio Mundano” quien lo convence para que no tenga en cuenta los consejos de Evangelista y en cambio vaya a la aldea de la moralidad y busque al señor “Legalidad” o a su hijo “Civilidad”, sin embargo la carga de cristiano se vuelve pesada lo que le obliga a detenerse, pero Evangelista reaparece y lo pone de nuevo en el camino correcto. El portero llamado “Buena Voluntad” lo deja pasar y lo dirige a la casa del intérprete donde recibe instrucciones y algunos consejos atendibles sobre la gracia cristiana.

Mientras Cristiano continúa con su viaje se encuentra con una cruz y un sepulcro y en ese momento la carga se cae de sus hombros, tres seres resplandecientes aparecen y le dan un rollo sellado, que debe presentar cuando llegue a la puerta de la ciudad celestial.

Cristiano continúa su camino y cuando llega a la “dificultad de la colina”, elige el camino recto y estrecho, pero a medio camino se queda dormido en un refugio, dejando que el rollo se caiga de sus manos. Cuando se despierta se dirige a la cima de la colina solo para encontrar que debe regresar al refugio para encontrar su pergamino que ha perdido. Más tarde, llega a un palacio llamado “Hermoso” donde se encuentra con las doncellas “Discreción, Prudencia, Piedad y Caridad”, quienes le dan una armadura cristiana y él se entera de que un antiguo vecino llamado “Fiel” que está viajando adelante de él. Cristiano luego atraviesa el “Valle de la humillación” donde lucha con el monstruo “Apollyón”, seguidamente pasa por el aterrador “Valle de la sombra de muerte”, para poco después alcanzar a Fiel; los dos ingresan a la ciudad de Vanidad sede de la antigua “Feria de la vanidad”, que está diseñada para atrapar a los peregrinos en su ruta hacia la ciudad celestial, su ropa extraña y la falta de interés en la mercancía de la feria causan una conmoción y los dos peregrinos son arrestados y procesados ante el señor “Odio a lo bueno”.

Fiel es condenado a muerte y ejecutado e inmediatamente es llevado a la Ciudad Celestial.

Luego de este tremendo acontecimiento, Cristiano es devuelto a la cárcel, pero finalmente escapa y deja la ciudad de Vanidad acompañado de “Esperanza”, quien fue inspirado y motivado por la muerte de Fiel. Cristiano y Esperanza cruzan la “Llanura del alivio” y resisten la tentación de una mina de plata. 

Más tarde, el camino se vuelve más difícil y los dos viajeros toman una ruta más fácil a través del “Sendero de la pradera”, sin embargo se pierden y quedan atrapados en una tormenta; Cristiano se da cuenta de que se ha equivocado y los ha extraviado a ambos y tratando de dar marcha atrás tropiezan en los terrenos del “Castillo de la duda”, donde son atrapados, encarcelados y golpeados por el gigante “Desesperación”. En ese momento, Cristiano recuerda que tiene una llave llamada “Promesa” que usan para abrir las puertas y escapar, y llegan a las “Montañas de las delicias” justo a las afueras de la ciudad Celestial, donde se encuentran con un grupo de pastores de ovejas, quienes les muestran el destino de aquellos que se desviaron en el pasado del camino hacia la ciudad Celestial. Sin embargo, Cristiano y Esperanza cometen el error de seguir a un personaje llamado “Adulación” y deben ser rescatados antes de que puedan ingresar a la ciudad Celestial, deben cruzar un río como una prueba de fe. Luego de esto presentan sus pergaminos en la entrada, para finalmente Cristiano y Esperanza ser admitidos y logran acceder a la ciudad Celestial.

Pero, ¿qué tiene que ver esta alegoría con nuestra vida cristiana de hoy? Uno de los momentos cumbre de la historia, se da cuando Cristiano se encuentra de frente con la cruz de Cristo, donde es liberado de su gran y pesado equipaje que carga sobre sus espaldas, permitiéndole transitar de una manera más ligera y después de luchar por salir del camino incorrecto de la moralidad y de cargar con el peso del pecad, o finalmente llega a la Ciudad Celestial.

Es en la cruz donde somos despojados de toda carga de pecado, así lo sabemos todos los que hemos sido alcanzados por gracia; pero eso no es todo, pues luego de ser librados del pecado, vendrán muchos tratando de convencernos de que el camino de la fe es una locura que traerá mucho dolor y que conlleva incomodidad; además, tratarán de convencernos para disfrutar de placeres temporales, ya que por nuestra naturaleza pecaminosa podemos fácilmente seguir los malos consejos desviándonos del camino correcto y llevándonos a creer que podemos alcanzar la Ciudad Celestial por nuestros propios medios. 

Sin embargo, no todo es dolor y dificultad en este caminar. También vendrán personas guiadas por Dios que nos ayudarán en los momentos en que nos desviemos del camino y que nos ayudarán a volver a la senda correcta (el camino angosto que sigue Cristiano en el libro) y que debemos seguir nosotros también de la misma manera en la que Fiel y Cristiano atraviesan la ciudad de la Vanidad y son fuertes para soportar la tentación de comprar sus productos, nosotros también debemos evitar las vanidades y la superficialidad de este mundo, si no compramos el envanecimiento del mundo y lo que es valioso para él ni nos inclinamos ante sus principios y valores, debemos tener muy en claro, que seremos perseguidos. 

Fiel y Esperanza fueron los dos amigos que animaron a Cristiano en lugares muy peligrosos, como el castillo de la Duda, en la lucha contra el gigante de la Desesperación. Ellos lo fortalecieron para escapar de la angustia y lo ayudaron a volver al camino; son una analogía de lo que significa el “pastoreo mutuo” y el cuidado entre hermanos que se ve más claramente en los momentos más oscuros del camino del cristiano. Personajes como los pastores son claras representaciones del verdadero ministerio pastoral, que se encarga de guiar y enseñar sobre los muchos dolores que están pasando otros creyentes, quienes anduvieron por el camino pero se desviaron. Por otro lado, los pastores fueron buenos consejeros para el Peregrino y su amigo como lo son hoy, pues nos advierten del error y de los falsos caminos que el mundo ofrece. 

En uno de los pasajes del libro, Esperanza tiene una de las conversaciones más importantes de la narración cuando comienza a describir con detalle cómo salió de una vida sin Dios a una vida religiosa por medio de obras que nos llevan a la salvación y como Dios por su gracia lo ayudó a ver el verdadero camino de la salvación por medio de Cristo. Esto a grandes rasgos, representa como muchos transitan de la religión a Cristo. El cruce del río para llegar a las puertas de la ciudad celestial nos enseña cómo hasta el último momento de nuestra vida debemos perseverar, no dudar y tener cuidado de no perder todo nuestro recorrido por causa de la incredulidad. Debemos tener presente que, gracias a las promesas del evangelio, Dios siempre nos ayudará con el poder del Espíritu Santo.

Finalmente, y quizá lo más importante, es que debemos saber que al igual que hombres como Ignorancia, por más que lleguemos al final del camino, si no llegamos con la garantía del evangelio, que en el libro es el “pergamino”, nunca entraremos en la ciudad Celestial. NO existen caminos alternos. En resumen, aquellos que se dirigen a la ciudad Celestial vestidos con la justicia de Cristo hablando en el idioma de la Biblia y transitando solo en la verdad, no son bienvenidos en este mundo, pero SI en la eternidad con Cristo. 

Este libro nos recuerda que ser cristianos no es una tarea fácil ni cómoda, que el camino a la eternidad requiere de esfuerzo y perseverancia y por sobre todo que a pesar de los tropiezos y las desgracias lo importante es no perder el rumbo. Pero quizás lo que nunca debemos olvidar de esta obra literaria es que nos recuerda que sólo hay una manera de llegar a la Ciudad Celestial y es pasando por la CRUZ, no existen estrategias, métodos o caminos alternos, solo la cruz es la senda y no hay salvación fuera de Cristo.

La lectura de este libro ha sido común en medio de las familias protestantes a través de los siglos desde su primera publicación. La huella que dejó en el corazón y en la comprensión del evangelio en miles de hombres y mujeres de Dios a través de la historia de la iglesia, no se pueden abarcar en este corto resumen, lo que sí les puedo decir es que la lectura periódica de este libro en familia o individualmente sin duda marcará los corazones de quienes lo lean. Podrían ser miles las enseñanzas y lecciones que podríamos extraer de esta obra, pero esa tarea adicional debemos desarrollarla personalmente, sumar a la lectura bíblica libros como “El Progreso del Peregrino”, puede ayudarnos a fortalecer nuestra fe y crecer en este camino.

"Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante" He. 12:1 (RVR 1960).

REFERENCIAS:

Tomado y adaptado de “EL PROGRESO DEL PEREGRINO: Resumen y enseñanzas de la obra de JOHN BUNYAN”. BITE-YouTube

Revisado según el libro “El Progreso del Peregrino”, John Bunyan. 

Todas las referencias bíblicas han sido tomadas de la versión Reina Valera 1960, consultadas online en la página web BibleGateway.