ENTRE TANTO QUE VOY, OCÚPATE EN LA LECTURA

"Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura…"

1 Timoteo 4:13a. (RVR 1960).

Dentro de todas las enseñanzas que supo dar el apóstol Pablo a sus consiervos y discípulos, ésta es sin duda es una de las más importantes: "ocúpate en la lectura". 
Demás está decir cuál es el tipo de lectura que él le encarecía que se leyera. Entonces, ¿por qué expresaría tal preocupación? Sin duda una respuesta segura es para que su fe creciera y se fortaleciera su esperanza, ya que, como dice la misma palabra de Dios,

"así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios"Romanos 10:17 (RVR 1960)

Pero además, Pablo mismo reconoce en otra ocasión que más se ennoblecía el cristiano que escudriñaba las escrituras, buscando comprobar lo dicho y hecho por los demás siervos de Dios en las Escrituras, en este caso, los hermanos en Berea:

"Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así." Hechos 17:11 (RVR1960)

En este tiempo difícil que estamos viviendo como sociedad y como cristianos, se ha dado a conocer nuestro porte, o más bien lo hemos podido comprobar en cuanto al conocimiento de la palabra de Dios. Esto porque directamente entiendo, y sin querer ofender a nadie, somos ignorantes en cuanto al contenido bíblico y su interpretación. Ahora bien, ciertamente hay entre nuestras congregaciones hermanos eruditos y preparados en cuanto al texto sagrado, otros llenos del Espíritu Santo, con una capacidad y don de Dios de discernimiento para entender la escritura misma y su aplicación para nuestro tiempo; sin embargo, ha quedado al descubierto esta gran carencia en nuestro desarrollo espiritual.

Continúo diciendo que estamos carentes de este conocimiento divino, llegando en muchos casos a mal usar pasajes bíblicos, para justificar los tiempos que vivimos y nuestros estados de ánimo. Tales pasajes no voy a profundizar en este momento, pero todos entendemos que un poco de ello hay en cada profecía y/o versículo bíblico exhortado a través de las redes o medios que disponemos.

Buscar entre nosotros culpables y/o apuntar a nuestras autoridades o maestros en la fe está demás y no es la intención de este artículo; sino más bien un llamado a reflexionar, si yo, como hijo de Dios, soy preso de esta constante especulación bíblica que nos rodea. Debemos, por tanto, ser autocríticos y recibir como para nosotros las palabras del apóstol a Timoteo y comenzar a ocuparnos de manera paulatina y constante, de la lectura bíblica y aún mas: llegar a escudriñar la misma, para que la promesa de Dios en palabras de nuestro Señor Jesucristo pueda alcanzarnos:

"Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí."San Juan 5:39 (RVR 1960)

Es por ello que, como consejo, debemos ser más conservadores para leer la palabra de Dios, al punto de examinar el contexto, el tiempo y la situación en la cual se escribió aquel pasaje, versículo bíblico o profecía; además tener la capacidad de discernir y examinar aquel mensaje. Con esto no desestimo que por medio de la inspiración del Espíritu Santo se nos sea revelado alguna profecía bíblica, pero yo como cristiano individual debo tener la capacidad de discernir aquello para que, como alimento espiritual, tenga el efecto que nuestro mismo Dios quiere que tenga en nosotros.

Algunas formas de ocupar bien nuestro tiempo en la lectura:

a)  Leyendo la palabra de Dios siguiendo algún formato de lectura, ya sea diario o por tema específico. Éstas herramientas están a nuestra disposición en nuestras biblias o la red.

b)     Realizando estudios de la palabra de Dios por medio de algún material de apoyo, recomendado por nuestras autoridades, no sea que nos confundamos.

c)      Lectura de libros que apoyen nuestra fe, nuestro crecimiento espiritual y sean de fortaleza en este tiempo que vivimos. Esto se puede buscar a través de la red, o alguno que esté en su biblioteca personal, siempre consultando a sus autoridades y/o teniendo el conocimiento de que es un libro provechoso para su fe.

d)   La lectura dinámica con varias personas de cualquiera de los tres puntos anteriores es también provechoso. Poder hacerlo en grupo de amigos, familia, congregación y compartir la lectura y reflexiones de la misma al momento ayuda a entender de mejor manera lo que la lectura nos quiere decir o el escritor sagrado, en el caso que corresponda.

Como última reflexión mis hermanos, ocupémonos de nuestra salud espiritual, conocimiento y crecimiento. Se hace aún más necesario ahora. Nosotros sabemos a la luz de la palabra de Dios, que tiempos mejores no tendremos, por ello aprovechemos bien el tiempo, porque como decía el texto sagrado citado anteriormente, "porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna", es la fe la esperanza que tenemos y debemos estar preparados para la venida de nuestro Salvador.

Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía

con la imposición de las manos del presbiterio. Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.

1 Timoteo 4: 13 – 15 (RVR 1960)