“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.”
Mateo 24:35 (RVR1960)
Cuando Jesús vivía sus últimos días en la tierra, exhortó a
sus discípulos acerca del contexto en que se daría su segunda venida. Señales
que por cierto se han ido cumpliendo. Pero además de esto, se destaca el
versículo expuesto porque resalta el poder y la veracidad infalible de las
palabras de Jesús.
Es importante recordar que, Él es el sustento de la
creación, y mediante su palabra fueron creadas todas las cosas sujetándose a su
voluntad.
“Porque en él fueron creadas
todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles
e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades;
todo fue creado por medio de él y para él.
Y él es antes de todas las cosas,
y todas las cosas en él subsisten”
Colosenses 1:16-17 (RVR1960)
Colosenses 1:16-17 (RVR1960)
También, la Biblia nos muestra como las enfermedades,
demonios, la muerte y aun los vientos y el mar fueron sujetos bajo el poder de
su palabra.
Por tanto, la invitación es a que, hoy en un mundo
corrompido donde la palabra de los hombres ha perdido valor producto de la
mentira, engaño, deshonestidad, etc. Nosotros confiemos firmemente en su palabra y podamos considerarla, en obediencia y sumisión a ella. Porque ninguna
de sus palabras volverá a Él vacía sin antes haber cumplido el propósito con el
que ha sido enviada (Isaías 55:11). No dejando de contemplarla en ningún
momento, pues por medio de ella también se nos infunde: vida, confianza y
claridad.
“Lámpara es a mis pies tu
palabra, y lumbrera a mi camino.”
Salmos 119:105 (RVR1960)
Que Dios nos bendiga.
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